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Sexualidad y Erotismo

¿Cómo hacer un Strep tease ? ( Varios Artìculos)

¿Cómo hacer un Strep tease ? ( Varios Artìculos)

Erotismo y strip-tease en el hogar

Luz Adriana Santacruz Carrillo,
CIUDAD DE MÉXICO - Menear la cadera, los muslos y los hombros sensualmente pareciera una fuente de deseo reservada a las profesionales del strip-tease, pero la realidad es que en la Ciudad de México cualquier ama de casa, estudiante o profesionista puede aprender estas artes y complacer plenamente a su pareja.Atrevimiento y deseo carnalEn el Platinum High Class, toda mujer que lo desee puede aprender a bailar de forma erótica. En este lugar no existen las inhibiciones, la pena o la cordura, sólo el atrevimiento y el deseo carnal.

Con la idea de despertar la sexualidad reprimida de la mujer, por lo menos 1,800 damas se han ’profesionalizado’ en el Platinum, abierto desde 1993.

"No hay cabida para las puritanas, hay que ver al sexo pero de una manera cómica y hay que divertirse con él", dijo a Univision Online Andrea Garfias, creadora del concepto y profesora de los cursos.

Las mujeres que llegan al High Class entran de una forma y salen de otra. Guadalupe, de 35 años, ha terminado las 12 horas del curso para principiantes.

"Me ha asentado muy bien, me siento diferente, plena, además de que lo disfruto mucho", comentó.

Guadalupe, que lleva cinco años con su pareja, ha establecido una relación divertida, llena de amor y de pasión: "Lo hice para darle variedad al  matrimonio", platicó.

Y es que para ser bailarina erótica no hace falta tener curvas prominentes sino saber "menearse" con sensualidad: "Todas las mujeres traemos lo sexy, pero con las clases te enseñan a explotar esa sensualidad", comentó Guadalupe.

La alumna mexicana recordó la primera vez que sorprendió a su marido con un baile erótico: "Había llegado del trabajo y la verdad es que no se lo esperaba. Encendí la música y empecé a bailar. Se quedó muy sorprendido y después... pues se alborotó y ya ni acabe de bailar. A él le encantó la sorpresa".

Las 12 clases del curso, que cuestan alrededor de 200 dólares, se dividen en sesiones de una hora: las primeras cinco para montar la coreografía, las siguientes cinco de improvisación y por último, dos de examen.


El arte de desnudarse

En las clases que enseña Garfías no sólo se aprende a contonearte sino que dan pistas sobre la música, ayudan a encontrar tu estilo, a verte más sexy, a perder el miedo y hasta a hacer una que otra improvisación.

El curso incluye tres estilos fundamentales del strip-tease, que son el de la silla, el del regazo y el de piso. Para cada uno de ellos se crea el ambiente que se desee proyectar. El de la mujer fatal, la enfermera, la policía, la monja, la alumna adolescente o la maestra, son las representaciones más recurrentes.
"El atuendo y la música son super importantes en este baile. No es de que escojas cualquiera y con eso ya la hiciste, no, hasta para eso hay que saber bien cómo y qué usar", comentó Garfias.

Casadas, solteras, divorciadas, gorditas o flaquitas, altas o de baja estatura, de piel morena o blanca, de todos tipos, razas, hay mujeres de 18, de 30, en fin, de todas las edades hasta de 68 años.

"Hay que lucir nuestras llantitas, no necesitamos tener un buen cuerpo, hay que aceptarnos como somos y con nuestra pareja. Nos tenemos que gustar físicamente para gustarles a los demás, ya basta de maltratarnos psicológicamente", dijo Garfias.

Ante las críticas que sufren las profesionales del strip-tease, argumentó que  "el baile erótico no es vulgar ni grotesco, se puede hacer de una manera muy fina, elegante, no hay por qué decirle golfa a una mujer que lo sabe bailar".

Esta singular profesora cree que las esposas pueden darle a su hombre lo que quieran sin la necesidad de que ellos se vayan al table dance para ver a otras mujeres.

"Que se recuerde que somos mujeres antes que otra cosa, ya basta de reprimirnos, las mujeres tienen que perder el miedo y volverse más sensuales, darnos ese lujo y no hacerlo por los hombres, hacerlo para nosotras y por ellos", dijo la profesional que lleva más de 10 años en el negocio del strip-tease.

El curso incluye tres estilos fundamentales del strip-tease, que son el de la silla, el del regazo y el de piso. Para cada uno de ellos se crea el ambiente que se desee proyectar. El de la mujer fatal, la enfermera, la policía, la monja, la alumna adolescente o la maestra, son las representaciones más recurrentes. 

Lo que no se debe hacer

Como para todo hay una excepción, la clave para hacer un buen strip-tease es escoger una buena canción, lo más adecuado son las melodías lentas, cadenciosas pero nunca salsa o merengue, ni reggae.

La música de la película Nueve semanas y media es un clásico para los bailes con desnudo.

"Se trata de quitarse los complejos, lo más importante es aprender a desvestirse pero nunca acabar totalmente desnudas", comentó. Perder el ritmo es un error grave y por lo mismo se debe memorizar la canción para conocer los cambios que te da la propia melodía pero nunca contar, le quita erotismo al momento.
También está prohibido bailar varias veces en una sola noche: "No hay que dar el pastel completo de una sola tajada, hay que repartirlo poco a poco", recomendó.

Tampoco se vale tocar, porque le quita realismo al asunto. "Que te sueñen que vean que te tienen a unos pasos pero al mismo tiempo tan lejana, tan inalcanzable, si te tocan se convierte en un agasajo marinero, sólo hay que provocarlo, después del baile vendrá lo demás...", advirtió la experta.

Hay secretos y algunos los comparte con Univision Online: Si la pena invade a la bailarina y siente que pierde seguridad es de gran ayuda ver a la pareja a los ojos, fijamente y sin perder la concentración, no reírse y permanecer atenta en el strip-tease.

Pero uno de los más importantes es, sin lugar a dudas, el vestuario. Blusas que puedan desabotonarse al instante, cierres fáciles de bajar, faldas o vestidos que se puedan jalar y ropa interior despegable, son el ajuar perfecto de una bailarina erótica.

"Los ligueros y todo lo de encaje es parte del vestuario que más excita a los hombres, y la parte cuando quedan los senos al descubierto es lo que los mata, las medias de encaje nunca fallan", explicó Garfias.

Así que cualquier mujer puede convertirse en una bailarina sensual y darle un atrevido flechazo a su pareja, con una nueva chispa de erotismo y pasión en su propio hogar.

"Se trata de quitarse los complejos, lo más importante es aprender a desvestirse pero nunca acabar totalmente desnudas", comentó. Perder el ritmo es un error grave y por lo mismo se debe memorizar la canción para conocer los cambios que te da la propia melodía pero nunca contar, le quita erotismo al momento. --- --

En las clases del Platinium han aprendido a bailar sensualmente más de 1,800 alumnas.En las clases el desenvolmiento y las ganas son lo más importante.Lupita terminó las primeras 12 clases y dice que su esposo está feliz.Andrea Garfias, creadora del concepto, piensa que no es necesario tener un buen cuerpo para ser sexy.Y nunca falta el atrevido que se avienta a que le hagan un strip-tease en las clases.Andrea dice que la parte que más les gusta a los maridos es cuando se quitan el sostén.Una de las partes fundamentales en las clases es aprender la técnica de improvisación.Mujeres de todas las edades asisten con Andrea para mejorar sus relaciones mediante los bailes eróticos.No te sientas cohibida todas las mujeres pueden aprehender a bailar sensualmente, sólo es cosa de prácticar.  ---- --Parece una clase tradicional de aeróbics pero no lo es.Tania Amthor y Sean, su pareja de ejercicios, comienzan la clase con ejercicios de estiramiento.Luego del estiramiento y un segmento de movimientos agitados es inevitable decirle adiós a la ropa.Los estudiantes aprenden a jugar con la pieza de ropa que se quitan. Con ese juego se despierta el interés de la pareja.Con este tubo pueden aprender lo sensual que se puede ser utilizando una escoba o un trapeador de piso......puede subir, bajar, moverse de lado a lado con miradas pícaras mientras su pareja se deleita.Su striptease casero puede comenzar con una simple mirada sensual.Luego tú y tu pareja pueden utilizar el piso como el escenario de un encuentro diferente.Y las manos siguen bajando y bajando...Luego pueden seguir los movimientos como gatitos traviesos que quieren jugar.Los gatitos puede caminar en cuatro patas por toda la casa.Mientras tu pareja está sentada, coloca tus brazos en sus piernas y sube y baja de manera sensual. Así tonificas tus brazos.Sienta a tu pareja en una silla, coloca tus piernas en el espaldar y mueve tus caderas de lado a lado al ritmo de la música.Luego de trabajar tus brazos, voltéate, deja tus manos en las piernas de tu pareja mientras subes y bajas las tuyas.Finalmente, mientras tu pareja te observa, mueve las caderas mientras subes y bajas tu torso. ¡Eso enloquece a cualquiera! 

 

 

Alumnos hot: los porteños que aprenden trucos de erotismo, seducción y strip-tease



En medio de un mercado que ofrece cada vez más sexo, hay quienes buscan mejorar su vida íntima a través de cursos. Historias de voluntariosos que quieren mejorar, también ahí.

Aunque suene raro, el sexo, el erotismo y la seducción también pueden aprenderse. En medio de un panorama que reúne (o separa) a hombres y a mujeres, el mercado también ofrece distintas posibilidades para que el ejercicio del encuentro no se nos complique tanto. ¿Pueden las escuelas de sexo, los cursos sobre seducción y los talleres de masajes eróticos ayudarnos a que el difícil arte de amar sea mucho más fácil?, ¿qué buscan los que se atreven a desafiar al instinto para ponerse el guardapolvo de alumnos sexuales?, ¿qué opinan sus parejas de esta búsqueda tan particular por extender el placer?

Desde PK, la (primera)
Escuela de Sexo porteña, Paola Kullock, su directora, cuenta historias sobre quienes se atreven, por ejemplo, a aprender técnicas de strip-tease, masajes eróticos y seducción. Algunos ejemplos: Con 40 años recién cumplidos y muchas ganas de ratonear a su marido “ni bien llegue a casa”, Liliana supo cambiar la visita a la peluquería por las clases. ¿Saben tus hijos que venís acá?. “Mi hija de 17 años conoce lo del strip. Se rió mucho cuando se enteró y me dijo que, por favor, trate de enseñarle alguna que otra técnica”, cuenta Liliana, con una sonrisa en la boca y la camisa blanca (que se acaba de sacar sensualmente en medio de una clase) en la mano.

“Acá vienen mujeres de 20 a 60 años. Las más jóvenes llegan ilusionadas, suelen estar por casarse y más dispuestas a complacerlos. Las de 35 a 45 generalmente ya están casadas y quieren agasajar a su ¡amante! Las de 45 a 60 disfrutan de parejas nuevas o buscan pareja, y son las más desinhibidas”, cuenta Paola, una masajista profesional que dejó a sus clientes para dedicarse a enseñar. Y ya tiene estadísticas de todo lo que ve y escucha en su particular aula: “El 99,5 por ciento de las mujeres que vienen acá fingió un orgasmo alguna vez en su vida. Algunas, mediante el erotismo, quieren aprender a tener uno de verdad”, dice y aclara que “una vez, una alumna me pidió que le enseñara a gemir como Meg Ryan en ´Cuando Harry conoció a Sally´”. Pero en este mundillo no sólo hay mujeres. Ernesto cuenta que es masajista desde hace 16 años y que se dedica al masaje erótico desde hace 6. Al salir de la Facultad de Medicina nunca creyó que su profesión tomaría el rumbo que tiene actualmente. “Cuando empezó a mermar el trabajo terapéutico, tuve que agregar el servicio de masajes sexuales”, comenta. “Esta práctica es el aprendizaje de un servicio que se extiende de la cabeza hasta los pies y que no excluye ninguna parte del cuerpo”, comenta. “Mis alumnos salen muy relajados de cada clase y siempre con la iniciativa de probar lo que yo les enseño en sus propias parejas para sorprenderlas”, explica.

Pero aunque no son las únicas interesadas, las mujeres son mayoría. Se trata de amas de casa de más de 40, seguramente muy cansadas de la rutina.

“Todas somos mujeres normales con ganas de hacer algo divertido y de descubrir secretos para ser mejores amantes”, cuenta Sandra, de 27 años, dueña de un local de lencería. Ella llegó a la PK con un objetivo muy preciso en mente: “Quería aprender a dominar a un hombre y lo logré".
Entre sus recuerdos más calientes, la directora de la Escuela de Sexo recordó a Sofía, una señora de 57 años, maestra de primaria y rodete en la cabeza, que quería sorprender a su marido de 64 a toda costa. “No pudimos terminar la clase con ella. En un momento del aprendizaje, la mujer gritó de ‘me estoy excitando demasiado’ y salió corriendo para el baño”, relató la profe. Cuenta que Sofía volvió al aula con una sonrisa.  

 

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Avanzan en Uruguay las llamadas técnicas de "enriquecimiento sexual"

* La multiplicación de inscripciones en la Escuela de masaje erótico, striptease y técnicas sexuales, en Buenos Aires, pauta un nuevo enfoque en busca de dar y recibir placer. En Montevideo, aún no hay docencia, aunque se recurre a "técnicas de enriquecimiento sexual"

DAMASO


En Uruguay, "de a poquito, como es todo aquí, nos vamos animando".

"A nivel de consultorio las técnicas de enriquecimiento sexual son una forma terapéutica para el tipo de problemas que se plantean en este caso. Obviamente, es imposible determinar si lo que se ofrece ahora en Buenos Aires es un asesoramiento serio", afirmó la sexóloga Carolina Villalba. La coconductora de "Por arte de sexo", programa de TV LIBRE, entendió que distintas características de nuestros vecinos favorecen la aparición de emprendimientos de este tipo, a diferencia de lo que ocurre en Montevideo. Afirmó que no es en absoluto raro, para los consultorios de psicólogos uruguayos, la aparición de cuadros vinculados a la "pobreza erótica", aunque declinó cuantificar el fenómeno.

"En Buenos Aires, hay otras posibilidades para el enriquecimiento sexual, a consecuencia del mayor mercado, de otra postura femenina. Acá el mercado es más acotado, la mujer tiene otra manera de expresarse... por ahí, si ponen un centro así en Montevideo ¡no va nadie!", agregó.

La psicóloga Villalba interpretó no obstante que en Uruguay, "de a poquito, como es todo aquí, nos vamos animando". Insistió en que los datos disponibles son insuficientes para determinar la veracidad de lo propuesto por la "escuela" argentina, aunque interpretó que existen desde hace tiempo los cursos de expresión corporal, que en muchos casos ayudan a vencer la timidez, uno de los aspectos que se plantean".

 

"Amo a la maestra"

La frase del autor de la crónica, deriva de una sinapsis alterada, consecuencias de la noticia confirmada desde Buenos Aires: al cumplir su primer año, la escuela de strip-tease, masaje erótico y técnicas sexuales, han "egresado" casi 200 alumnas y alumnos de entre 20 y 70 años. Su directora, Paola Kuliok, hermana de la actriz Luisa Kuliok, dice que la mayor parte del alumnado está conformado por mujeres y que el curso más popular, es el de clases de strip-tease. En segundo lugar, el curso más requerido es el de "masaje erótico", de un costo mayor y más extenso que el primero, pero que abarca desde cómo tocar a la pareja, al uso de aparatos, juegos con comida y hasta cómo colocar un preservativo con la boca.

Desde su apertura, la escuela no ha dejado de incrementar su alumnado, tanto masculino como femenino. "La explicación es sencilla: todos queremos placer, y el sexo es lo más placentero que hay", asegura la directora Kuliok. "Lo que pasa es que la gente cree que el sexo no se aprende... Hasta que se dan cuenta de que hay mucho que aprender". Las clases pueden ser grupales o individuales. Una lección, que puede durar varias horas, varía entre un costo de 500 a 800 pesos uruguayos. Las más económicas son las de "técnicas de sexualidad y erotismo", donde se enseña el uso de aparatos, que van del vibrador al látigo, así como ataduras y dominio, juegos con comidas, etc.

Igual costo tiene cada clase de "masaje erótico", que enseña desde cómo tocar de pies a cabeza a la pareja, hasta técnicas de masturbación, que, inclusive, cuentan con un modelo vivo para la parte práctica.

Las clases más caras son las de especialización en strip-tease, que incluyen lencería erótica, plumas, crema, dulces o champaña para embadurnar o volcar sobre los cuerpos.

Aunque la escuela se reserva las identidades de sus alumnos, la directora reconoce que la mayoría, de entre los 200 egresos, es de mujeres adultas. "Las mujeres de entre 50 y 60 años, llegan porque después de 30 años de sexo rutinario, quieren algo de placer ya sea con su marido o con parejas nuevas. Las de entre 30 y 45 años, buscan en cambio, satisfacer un amante", afirma la directora de "PK", que así se llama la escuela, autocatalogada como la primera en Argentina, "y en América.

 

 

strep tease del hombre 

BAILE -Una silla en la mitad del escenario. -El disfrazado se agacha durante unos segundos y de un momento a otro se levanta y se abre la capa. ( No se la quita durante toda la primera canción). -Mueve las manos hacia arriba como cargando algo pesado y luego las deja caer fuerte como “ si lo estuviera metiendo”. -Cuando está en el piso simula como si estuviera haciendo el amor, pero a su vez mueve la cabeza hacia ambos lados. -Busca la silla y se sube. -En la silla se arrodilla sobre el asiento y simula tener una mujer. -Se hace detrás de la silla y hace lo mismo. -se tira al piso y da vueltas.    --- --  -Se quita la capa y la tira bruscamente. -luego, como está sin camisa, hace su show un rato. -se va quitando la correa suavemente, y una vez se la quita, juega con ella. -vuelve y se tira al piso. -Se sienta y se quita las botas. -Baila nuevamente -De un momento a otro se quita el pantalón especial quedando en ropa interior. -Luego con el bronceador o un aceite, hace su show, lo echas sobre tu cuerpo y luego y se lo llevas a una mujer para que te lo unte. Te haces sobar el pecho. -vuelve y baila. -luego hace lo mismo con la espalda y las piernas. -Se va quitando los pantaloncillos hasta que queda en una tanga. -Saca a una mujer para que se siente en la silla y te vas arrastrando hasta su pubis, va subiendo y se trepa en la silla hasta ponérselo cerca de la cara, casi en la boca. -Se va bajando de la silla, y se pone una toalla. -y por debajo de la toalla se va quitando una tanga pero con la mujer ahí sentada en la silla.  -Se le acerca con la toalla puesta alrededor de su cintura, luego de haber mostrado la tanga que se quito, y se sube nuevamente en la silla otra vez insinuando cerca de la cara. -abre la toalla sólo para ella mostrándole “el miembro” en la cara. -De un momento a otro deja caer la toalla, mostrando que tenía otra tanga. -Sigue el baile y se va despidiendo.   

 

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